Él, Ella y la EggsGAE: con un par de huevos

The artist

Él; italiano, encantador, embaucador, berenjena y actor.

Ella; guapa, extremeña, plebeya, c(r)oqueta y fan fatal.

La historia sin sentido de un película sin sonido.

Chicago, 1929, el negocio del contrabando de alcohol sigue haciendo rico a Al Capone, y Kevin Costner aún no se había presentado al casting para interpretar a Eliot Ness (entre otras porque no había nacido). Los intocables eran otros: los intrépidos miembros de la EggsGAE.

Para que os hagáis una idea, los de la Stasi en el Berlin de los 50 eran unos papanatas comparados con los agentes de la EggsGAE, esos sí tenían un par de huevos (ya sabéis, cualquier tiempo pasado siempre fue mejor). Su misión era la de funcionar como un implacable servicio secreto tanto dentro como fuera de los supermercados locales. Con más de doscientas docenas de espías y otros tantos informadores, la EggsGAE se encargaba de vigilar cada uno de los alimentos sospechosos de no simpatizar con el régimen (también conocido como dieta).

Por aquel entonces, ser fruta o verdura estaba muy cotizado. En cambio, ser croqueta o bollo (sobretodo si eras mujer) podía suponer persecución y tortura hasta la sepultura. Pero como siempre, el hambre agudiza el ingenio, y las técnicas de camuflaje desarrolladas durante la época supusieron muchos quebraderos de cabeza para la EggsGAE. Que si bollos de mantequilla haciéndose pasar por berenjenas, que si croquetas encubriéndose con piel de pera; incluso a veces los auténticos vegetales tenían que pasar por el mal trago de ser encerrados y torturados hasta confesar, cuando en realidad ¡eran variedades auténticas!

Así que no pasó mucho tiempo hasta que las cosas empezaron a complicarse para los espías huevones…

El 16 de mayo de 1929 en Los Angeles (California), se entregaban por primera vez en el Salón Blossom del Hollywood Roosevelt Hotel unas estatuillas en forma de hombre desnudo con una espada que aguarda de pie sobre un rollo de película con cinco radios. Era la 1ª edición de los premios de la Academia de Cine, pero la ceremonia transcurrió sin mucho glamour porque ya se sabía el nombre de los ganadores desde Febrero (así de sosos eran los vegetales), con lo que no hubo ni alfombra roja, ni posados falsos, ni vestidos alquilados, ni cotilleos gratis. Vamos, un banquete de lo más «nini». Evidentemente, a estas celebraciones solo podían acudir frutas y verduras de mucho caché; el resto se limitaba simplemente a soñar. Y aquí es donde entra en escena nuestra protagonista: Ella.

Ella estaba locamente enamorada de Él. Perdidamente. Soñaba con olerle, tocarle, pelarle, freírle, rebozarle e incluso asarle! (desvergonzada). Era su ídolo, había visto todas sus películas y se sabía todos los diálogos. Al enterarse de que Él había salido nominado como mejor actor, se armó de coraje y puso todo su empeño en inventar el mejor disfraz de camuflaje. Desoyendo los consejos de su familia, trabajó día y noche hasta conseguir metros y metros de piel de pera. Tenía un plan: se rebozaría a sí misma con loctite, y luego extendería la piel de pera sobre la pendiente de una colina e iría rodando colina abajo hasta que quedara bien pegadita y sin arrugas.

Llegó el gran día y allá que fue Ella, con su vestido que era la pera, a conquistarlo a Él. Sabía que solo disponía de unos pocos segundos para que Él se fijara en Ella, pues se imaginaba que aquella ceremonia estaría llena de peras impresionantes, algunas naturales, la mayoría operadas, pero confiaba plenamente en su encanto y ¡qué demonios! al fin y al cabo el cine es una fábrica de sueños y soñar es gratis. Así que cuando Él estaba a punto de subirse a su limusina, con su smoking y su Óscar, Ella saltó el cordón policial con la inocente intención de pedirle un autógrafo.

Ante tal desfachatez, los de la EggsGAE, que vigilaban desde un piso franco, saltaron por la ventana preparados para el placaje cuando de repente el alcachófer de la limousina, ajeno a las intenciones de Ella, comenzó a gritar despavorido: – Alto! No disparen! Solo quería ver la pierna de Angelina!.
Y con tanta agitación, poco a poco, su piel de alcachofa se fue despegando escama a escama delatando lo que en realidad era: un pintxito de tortilla aceitoso y grasiento (qué pobre).

Con todo el revuelo, Él y Ella se refugiaron en una esquina, y Él con lágrimas en los ojos confesó:
«Aunque sea berenjena y esté rellena,
solo una cosa deseo, querida pera:
que TODOS comamos lo que más amamos
y que para siempre así sea».

Amén.

Y con un bocao se comió entera
a la croqueta cubierta de pera.

PS: Gracias a los dos fans que nos enviaron estas frutas desde tan lejos. Va por vosotros!

Pómelo, póselo

Hablemos del amor y otros peligros.

Hablemos de cuando los pomelos se convierten en superhéroes por una noche, unas horas, un verano o una semana. De cuando se autootorgan superpoderes con fecha de caducidad. De cuando entran en el bar como si empujaran las puertas de una taverna del oeste, llevando el «modo cazarrecompensas» activado.

Porque sí, la mayoría de pomelos y pomelas, en alguna ocasión, se han sentido superhéroes delante de completos desconocidos (evidentemente, no cuela delante de sus concocidos).

Estos superpoderes suelen activarse cuando empiezan a prepararse para ir al mercado. Solamente pensar que estarán rodeados de melocotones frescos en oferta, hace que su batería de poderes empiece a cargarse por alguna extraña conexión hormonal. Y como si de un relato de literatura Pulp se tratase, mutan genéticamente a partir de la medianoche; sus habilidades físcas, sonoras e incluso de desplazamiento aumentan a una velocidad directamente proporcional al nivel de alcohol: manipulan la energía, cambian de forma, y sacan sus mejores armaduras naturales (agilidad, puntería, habilidad de salto, omnilingüismo y para qué seguir).

Pómelo póselo

Reconozcámoslo, todos hemos tenido superpoderes alguna vez. ¿O quién no ha pensado nunca?:

– Me está mirando – coño, ¡Percepción extrasensorial!

– Fijo que se acerca a decirme algo – ¡Precognición!

– No me hace ni puto caso – ¡Invisibilidad!

– Se marcha al siguiente bar – ¡Teleportación!

– El garito abarrotao y se ha ido a la otra punta – ¡Vuelo!

– Le tengo al lado y me estoy meando – ¡Fuerza sobrehumana!

– Qué bien, está con su pareja – ¡Invulnerabilidad!

La pena de todo esto es que dejamos de ser superhéroes al día siguiente, o a los dos meses, o a los diez años. Con el tiempo, los superpoderes se van domesticando por el azote cotidiano de las hojas del calendario, hasta que llega el día en el que uno debe convencerse a sí mismo de que un día fue superman. Y ¿entonces qué?. Entonces resulta que desearíamos haber tomado precauciones, no de las de pómelo, póselo (bueno, tal vez sí), sino de las de guarda para cuando no hay. Hay, ay, ay, ay, si el amigo Valentín hablara.

Valentín era un sacerdote que ejercía en Roma hacia el siglo III, cuando gobernaba el emperador Rajoy II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes porque, en su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras. El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al mero (emperador) celebrando en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. El emperador Rajoy se enteró y como Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio y ordenó que lo encarcelasen. Entonces el oficial Cabronius quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín pidiéndole un milagro: amar para siempre como el primer día, a lo que Valentín repondió:

«En las historias de amor, a veces no hay solo amor, a veces no hay te quieros y sin embargo se quieren».

Tras esta superfrase Valentín pasó a ser San Valentín. Y con esta frase y este video brindemos hoy por todos los superhéroes de carnaval, por todos los san valentines y por el primer aniversario de frutodetuimaginacion, que no decaigan los superpoderes: ¡A metamorfosearse!


«Sólo sé que un día fui superman, un superhéroe en un país tropical. Créanme un día fui superman, un superhéroe que perdió el manual» Nacho Umbert & la compañía.

Seguiremos nuestro affair con El Jalón.
el jalon

Miss Aguacates

Situémonos en México, año 1519, Colón sigue «descubriendo» (llamémosle así) nuevas tierras, y con ello, nuevos frutos que no existían en el Google Imágenes del siglo XVI.

Por aquel entonces, sin wifi ni 3G, aun existían las famosas …(redoble de tambor) preguntas. La única forma que tenía el ser humano de responder a sus inquietudes diarias era demostrando que no tenía ni puta idea, es decir, preguntando.
Oh! Aquellas maravillosas preguntas! Preguntas largas, elaboradas con tiempo, completadas por uno mismo y no por un buscador automático, preguntas con dos signos de interrogación, uno delante y otro detrás, preguntas que duraban varios días, que daba un placer inmenso resolver, preguntas que unían, que enamoraban pero sobretodo preguntas que eran (redoble de tambor)… útiles.

Una tarde, mientras Colón O.T.eaba el horizonte, divisó en la lontananza una pequeña congregación de los que él llamaba «guiris nativos». Colón, que era muy curioso, pasábase el día preguntando (es decir, demostrando que no tenía ni puta idea), acercóse remando hasta la orilla y preguntóle al primer ser humano que vióle (sin tilde en la e, por dios!):

– ¿esto qué es lo que es?

El pobre guiri nativo que por allí pasaba no entendió lo que se le preguntaba, y se limitó a mirarle fijamente. Colón, que además de curioso era muy inteligente, volvióle a repetir la pregunta de otra forma:

– que … esto/ qué/ es/ lo/ que/ es ?! – dijo bien alto, abriendo la boca y separando claramente cada palabra, seguro de que así le entendería mejor (como era guiri).

Esta vez, nuestro amigo pareció entender la pregunta, no porque de repente hablara el idioma de Colón, sino porque éste, en su segundo intento, había señalado unos objetos extraños que el nativo llevaba en las manos y que no dejaba de sacudir cual maraca de Machín.

– mis aguacates – contestó por fin.

Colón frunció el ceño y mirando al infinito preguntó (por tercera vez): – ¿Aguacates? – Como no tenía cobertura en ese momento, hizo llamar a su traductor privado de español-náhuatl/ náhuatl-español, quien en menos de 0,5 segundos tradujo:

– mis testículos.

¡Cómo!

Colón, enfurecido al pensar que aquél ser inferior le había faltado al respeto, le quitó un maracaguacate de un zarpazo y le desafió diciendo: – Mira lo que hago con tus testículos!. Y seguido mordió absurdamente aquel fruto con todo su orgullo mediterráneo, salpicando todas sus vestimentas. Al instante, su rostro empezó a cambiar, pasando de la rabia a la sorpresa y de la sorpresa al placer, limitándose a decir: “Pardiez! lo que hay dentro es como mantequilla, tiene un sabor delicioso y deja un gusto tan blando y tan bueno que es maravilloso»*.

*Esta frase pasará a la historia gracias al testimonio de Martín Fernández de Enciso, en su escrito Suma de Geografía, del mismo año en que todo esto ocurre.

Nuestro querido guiri, que no entendía de gritos ni amenazas, al ver el éxito que tuvieron sus testículos en boca de Colón, le invitó a formar parte de aquella tradicional celebración.

Al ir acercándose, Colón se percató de que en el cartel a la entrada del sarao se leía: «Miss Aguacates». Seguido, dos bellas nativas le regalaron un par de maracaguacates y le indicaron dónde podía canjearlos por piña colada.

Miss Aguacates

Una vez en la barra, mientras esperaba a que le atendieran, notó unas palmaditas en la espalda:

– Hombre! Colón!

– ¿Wikipedia? No jodas, tío!

– ¿Qué haces aquí?

Entonces Colón le explicó a su amigo Wikipedia cómo descubrió América hacía tan solo 27 años, y cómo, por casualidades de la vida, se había topado con los testículos de un guiri nativo, se los había mordido y le había gustado tanto que había decido unirse al festival de testículos que se estaba celebrando. Wikipedia, que conocía a Colón desde la infancia, le pasó el brazo alrededor de los hombros y le susurró:

– Alma de cántaro, en náhuatl, el idioma que hablan estas gentes que tú osas llamar guiris nativos, aguacate quiere decir testículo, por la forma en que dicho fruto cuelga de su árbol, pues tiene una característica que otros frutos no tienen. Las naranjas, limones y manzanas cuelgan simplemente de arriba de la fruta. El aguacate cuelga de un lado aparentando un testículo. Al notar esto, los antiguos mexicanos le pusieron ese nombre, demostrando así el sentido del humor que siempre les ha caracterizado por utilizar el doble sentido de las palabras.

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– No te creo, tío.

– ¿No? Haz click aquí.

Y Colón hizo click ahí. Y nunca más volvió a preguntar a nadie que no fuese su infalible amigo Wikipedia.

Como anécdota, destacamos que Cristóbal terminó ganando el certamen de Miss Aguacates por razones, ejem, obvias. A partir de este momento, El Huevo de Colón se haría mundialmente famoso.

Una historia de la Pera

la pera cadáver

 

El infierno existe, de eso no cabe la menor duda.
Y si no, que se lo pregunten a la Pera Cadáver, nuestra protagonista de «Pesadilla después de Navidad«.

Perita Durango era de Durango (Bizkaia). Podría haber sido una fruta normal colgada de un árbol cualquiera en una ciudad al azar. Pero el mundo no quiso que así fuera.

Perita se levantaba para ir a trabajar, se duchaba, desayunaba, cogía el autobús, leía un rato, llegaba al trabajo, fichaba, saludaba a la recepcionista, dejaba el tuper de la comida en la nevera, se pillaba un café en la máquina, cogía el ascensor a la segunda planta, entraba en la oficina, saludaba a sus compañeros, se quitaba el abrigo, lo colgaba, encendía el ordenador, abría el outlook y leía los correos. Vamos, una rutina mañanera bastante común entre los de sus especie.

A las cinco en punto de la tarde, Perita recogía sus cosas, apagaba el ordenador, se ponía el abrigo, cogía el  bolso, fichaba, saludaba a la recepcionista y al vigilante de seguridad, caminaba hasta la parada del autobús escuchando musiquita en el spotify de su smartphone, subía al autobús, tickaba el creditrans, se sentaba al lado de la ventana, chequeaba su facebook, revisaba su twitter, whatsappeaba, llegaba al centro, se bajaba del autobús, caminaba hasta su portal, abría el buzón, llegaba a casa, merendaba, se dedicaba a sus quehaceres, iba a clase de yoga los lunes o a clase de spinning los martes y jueves, preparaba la comida del día siguiente, cenaba con sus compañeros de piso, veía un poco la tele, se cepillaba los dientes, se ponía sus cremas, daba las buenas noches y se iba a dormir.

Se podría decir que Perita era bastante feliz con su día a día hasta que una noche (buena) de Diciembre, como si de una pesadilla se tratase, apareció el fantasma de las Navidades presentes y Perita, totalmente en contra de su voluntad, empezó a comer como una descosía: desayunaba tres veces, comía fuera de horas, asaltaba la despensa de sus familiares, pedía ración doble, lamía las sobras de los platos y devoraba los restos del día anterior.  – «Bonica, menjes més que una revolta de riu! – le advertía su familia; pero Perita se consolaba pensando que ya dejaría de comer cuando pasaran las Navidades pasadas, que en realidad no hace tanto que pasaron. Pero pasaron, y tanto que pasaron, y Perita dejó de comer, y se convirtió en la Pera Calavera, se hizo famosa, contrató un manager, un asesor de imagen y un estilista, asistía a fiestas en la Moraleja, ganó el título de Miss Halloween, conoció a Tim Burton, la contrató para su última película, se hizo rica, se compró un nicho en Hollywood, se murió y resucitó rodeada para siempre de calaveras, sus fans más incondicionales, aquéllas que al llegar al cementerio la recibieron vitoreando el famoso epitafio que Groucho Marx le dedicó a su suegra: RIP, RIP…Hurra!

Moraleja: Zona de fiestas pijas, bufandas burberrys y gaviotas azules.
Moraleja: LOS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO MATAN. Para ellos, mi dedo hacia abajo, como cualquier nerón circense.

Epitafio: El Jalón y sus genios nos acompañan en el sentimiento.
el jalon

Va por ti, Calavera!

El Kiwi Sanguinario

el kiwi sanguinario

Cuenta la leyenda que corría sangre roja por sus venas verdes, que a pesar de provenir de buena familia, llevaba el crímen tatuado en sus arterias.

Juan Manuel Kiwi de Hongyang, más conocido como el Sanguinario, nació en Sichuan (China) en 1873. Fue soldado en Cuba en 1895 cuando vuelve a su tierra medio enfermo y con el carácter cambiado, taciturno.
Gran amante de su familia se queda solo, su hermano mayor ha fallecido, su hermano menor se casa y se va del hogar familiar y su madre muere en 1901, convirtiéndose así en una persona cada vez más huraña e introvertida, dedicándose sobre todo a la caza furtiva y pasando la mayor parte del día en la frutería de Sichuan, a la que conoce como la palma de su mano.

Se aficiona al juego y el dinero que consigue lo pierde apostando. Se mete constantemente en peleas innecesarias y recibe más de una paliza necesaria, hasta que en 1916 le denuncian por realizar actividades ilegales y para vengarse exprime brutalmente a dos kiwis en el Eroski de Sichuan; momento clave en el que comienzan las hazañas y leyendas de Juan Manuel, el Kiwi Sanguinario.

A pesar de todo, Juan Manuel tenía su lado compasivo y, en ocasiones, dejaba a los kiwis que asaltaba volver al mercado de abastos para que contaran lo sucedido e incluso les devolvía las armas.

En 1916 el Kiwi Sanguinario es encontrado por la Guardia Civil. Su escondite fue revelado por la mujer de un tendero cazarrecompensas. Juan Manuel consigue escapar herido cayéndose en la bolsa de una señora mayor, donde permanece inconsciente y malherido, la Guardia Civil le ha perdido.
Cuando despierta decide que lo mejor es ir a Bilbao y presentarse en la frutería El Jalón, en la calle Máximo Aguirre, donde jugaba a menudo, y confesar: «SOY CULPABLE, LO COMPRENDO». Testigos de aquel acontecimiento cuentan que en aquel preciso momento, cuando los guardias iban a detenerle, los clientes habituales comenzaron a vitorearle y arroparle.
Días después el Kiwi Sanguinario es condenado a cadena perpetua y cumple condena en el Eroski de la calle Pozas hasta 1932, año en el que le otorgan el indulto. Cuando vuelve a Sichuan es el propio acalde quien le ofrece trabajo como guarda en una de sus fincas, el trabajo le dura poco ya que la libertad en la frutería es lo que más añora, así pues vuelve a sus andadas de bandido sin armas cometiendo pequeños asaltos, hasta que un día roba una escopeta en el chino de la esquina… ahora ya se siente completo!: la frutería, su arma y la cruz patriarcal colgándole del cuello. Es considerado aún más peligroso y han de capturarlo vivo o muerto.
En marzo de 1934 la vida del Kiwi Sanguinario llega a su fin, los informes recibidos por la Guardia Civil dicen que el bandido se encuentra en las cuevas de la frutería El Jalón. Las fuerzas del cuerpo le sorprenden y le invitan a que se rinda, de lo contrario le matarán; a lo que él responde: ”Pos máteme”.
Se intuye que dada su naturaleza y raza prefería morir en la frutería, su habitat natural, que entre los muros de un supermercado.

NdT: Cualquier parecido con la biografía del famoso bandido de la serranía de Ronda, Juan Migolla Gallardo «Pasos Largos», es que nos habéis pillado.
Cualquier parecido del Kiwi Sanguinario con un top model lekitxarra (gentilicio de Lekeitio), es que nos habéis pillado.
Lo único verdadero en esta historia es que existen los kiwis rojos, que están «de miedo», y que son mu caros!

Tom Marley, el Tomate secreto de Bob

Tommy Marley

Robert Nesta Marley Booker, vamos, lo que viene siendo Bob Marley, guardaba un tomate, qué digo!, guardaba un secreto.

Reconocer a sus trece retoños, frutos no de su imaginación si no de su propia semilla, no fue tarea fácil. Sin embargo, admitir que se había enamorado de un tomate podía costarle su reputación en el mundo de los rastafaris vegetarianos, y eso era algo que no se podía permitir.
A pesar de las evidencias físicas (véase colores rastafari de nuestro tomate), Bob negó siempre la paternidad del pequeño Tommy, quien se mantuvo en el anonimato hasta alcanzar su punto de madurez.

Desde que era un diminuto cherry , Tommy dejó de lavarse el pelo y fumaba puerros en la huerta con sus colegas . Escribía canciones para reivindicar los derechos de los tomates en las fábricas jamaicanas de ketchup  y fue un auténtico propulsor de la paz en los invernaderos de Almería .

Tommy obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo a finales de los 90, cuando definitivamente salió de la despensa, y se dejaba ver con otros tomates.
No pasaría mucho tiempo hasta que, al igual que su padre, empezara a plantearse la superviviencia de su especie. Como sabía que sus semillas no iban a germinar allá donde él solía plantarlas, utilizó sus conocimientos de agrónomo y se fecundó in vitro con la semilla de su actual pareja, el hijo del conocido ídolo funkie, Jamiroquai. Después de muchos intentos sin éxito, y como siempre ocurre en el mundo de la (pa)ciencia, el milagro sucedió en un momento de despiste.
Cansado ya de plantar semillas y no cosechar ni un tomate que se pareciera a su amado Jamiro Jr, dejó abandonadas en un bolsa de Mercadona sus últimas pruebas con el fin de desecharlas al día siguiente. Pero se olvidó, y así pasaron unos meses hasta que volvió a encontar la bolsa, la abrió, y …qué fue lo que encontró? Pues señores y señoras, damas y caballeros, resultó que en el interiror de cada tomate crecía nada más y nada menos que … un moho idéntico a su querido Jamiro Jr! (esto nos sucedió de verdad, ya os lo contamos aquí).

Y asi fue como Tommy y Jamiro Jr fueron felices y criaron tomates (y otras variedades de plantas – véase foto) hasta que, desafortunadamente, Tommy murió de un ataque de risa y Jamiro Jr heredó todas sus plantaciones. Su última canción antes de morir fue para su querido Jamiro, o como él solía llamarle…Jamming:

Bueno, ¿cómo os habéis quedado? Ojipláticos, no?. Como diría el gran Anthony Blake,  «Lo que han leído es fruto de su imaginación y no le den más vueltas… no tiene sentido» (y no, no nos hemos fumado nada mientras escribíamos esto).

Un saludo a nuestro Jalón.
el jalon

Nadie MANGOneará sobre nosotras cuando hayamos muerto:

– dijo la manzana  antes de saltar por la ventana.

Cuentan las malas lenguas que la manzana ya estaba muerta antes de saltar. Que todo ha sido puro marketing.

Tras filtrarse la noticia en los periódicos…

«¡Windows Phone MANGO confirma su llegada para el 15 de Noviembre !»

… Manzana ya sabía que otraS frutaS, más jóvenes y más exóticas, asomaban por las ventanas . Además eran siete  (Windows 7) !! … y ellas sólo cuatro (iphone 4)!!. (Bueno, cuatroS).

Renovarse o morir!– se dijo a si misma.
Ése había sido siempre su lema. Y le había funcionado muy bien hasta que ya no pudo más. Se renovó una vez, dos, tres y hasta cuatro…pero la quinta no funcionó. Decepecionada, desconcertada, desubicada y descorazonada, fiel a su principio de «renovarse o morir», murió. Pero murió con dignidad:

– Aunque muera hoy, proclamad que me renové una última vez y morí después. Dejadles que hablen, aunque sea bien.

Y con el rabito entra las piernas, no tuvo más remedio que dar paso, al nuevo dispositivo que llega con un mango bajo el brazo.

Mangoneando

PS: Mención especial a las coincidencias de esta semana: nuestro personal fruiter («El Jalón») regateó este asombroso «Mango con mango» en MercaBilbao para darnoslo la misma semana que se presentaba el iPhone 4S , que moría Steve Jobs y que Miss Espías Secretos filtraban la noticia del Windows Phone Mango.

¿qué más podemos pedir? ¿el iphone 5?

Impuesto de (M)atrimonio

Que a Newton se le cayera una manzana del árbol o que Eva se la ofreciese a Adán en el paraíso no fue una casualidad. Las manzanas siempre han estado presentes en los grandes acontecimientos de la humanidad, y en el de hoy… había más de una.

Impuesto Matrimonial

– ¿Qué pasapp?
Na, que se está hundiendo otra pareja allá al fondo.
– Si es que se veía venir, que si nos hemos comprado un piso, que si nos casamos, que si la cuenta compartida, que si yo pongo el coche y tú el yate…
– ¿Pero … cómo no iba reventar la burbuja matrimonial? Infracción brutal al Principio de Arquímedes, ya sabéis, aquél de:
«Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del fluido desalojado.»

En este caso:
el cuerpo sumergido: dos, los novios.
el empuje vertical: la presión del «¿y vosotros para cuándo?» ejercida en orden decreciente por:
la familia lejana, cercana, amigos cercanos, lejanos, compañeros de universidad, del trabajo, del gimnasio, el del taller, la portera, ex-novios, ex-novias, etc etc etc.
el fluido desalojado: como habréis podido adivinar, bienes e INmuebles (y los muebles también) que se desalojan con la misma facilidad con la que un día se alojaron.

– Señores, estamos ante una crisis mundial! Que los novios de hoy en día se nos hunden! Que la presión que sus seres más queridos ejercieron sobre ellos no fue suficiente para mantener el barco a flote. Ni el barco, ni el yate, ni el piso, ni el coche, ni la cuenta compartida, ni … Que hay que rescatarles, señores!

Que se callen los del impuesto de patrimonio, que los ricos no tienen culpa de na! Que la culpa es de la sociedad, que paguen todos aquéllos que un día les lanzaron al altar.

Que solo hay que cambiar una letra, y ya está.

La P por la M y a recaudar.
el jalon
La manzana es del Jalón y la berenjena, hija de una actriz y un escalador.

Donde caben 3 cabe 1

Esto eran 3 kiwis tan unidos, tan unidos, tan unidos, que se resistían a ser partidos (políticos).

– Noooo, noooo, no nos partirán… – solían cantar al ritmo de Joan Baez.

Hartos de burlas e insultos contra su llamativa trinidad, decidieron manifestarse de ilegal en el balcón más grande de la calle principal.

– Los kiwis!! unidos!! jamás serán partidos!! – gritaban al unísono. Pero, ¿cómo iban ellos a saber el pedazo de berenjenal en el que se iban a meter?: uno tras otro fueron apareciendo kiwiseguidores reclamando su derecho.

Al final, fruto de la pasión que lideró dicha revolución, acabaron sacando partido en forma de kiwialición tripartito:

«Porque tres NO son multitud, 3-en-1 es la actitud».

Donde caben 2 caben 3

Acknowledgements al Jalón por acordarse de nosotros cada día y a mi cara B por el copyright del grafiti. Hasta ojalá!

Hay Limón?

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El gigante americano Apple inc.  anunció ayer en su sede de Tenerife la adquisición de la compañia telefónica Orange Telecom.
Estos dos gigantes de la telecomunicación unen capitales para lanzar lo que viene siendo el nuevo iLemon (HayLimon en español).
Este nuevo dispositivo, aparte de cumplir las funciones de teléfono móvil, reproductor de música, cámara de fotos, administrador de dieciocho cuentas de correo, calendario multisincronizado con todos tus contactos y conexión sempiterna a interné, además de todo esto, señoras y señores, fans del gin tonic…el iLemon exprime limones.

Y esto es así, si no, que se lo pregunten a su diseñador, Giovanni Limoncello, quien se inspiró en 007 para darle ese toque de agitado, no mezclado, característico ya del iLemon.

¿Te gusta exprimir?

De izquierda a derecha, los presidentes de Orange y Apple en la presentación del iLemon (con cara de amargado), ayer en el Hotel Fiesta Paraíso Floral de Tenerife.

Agradecimientos al amigo Giovanni que nos envía esta foto desde Italia, lo que nos sugiere (valga la rebundancia) un buzón de sugerencias para el blog!!.
Proximamenete…