Elefante 1: Que viene el Rey, corre, escóndete!
Elefante 2: Pero, ¿dónde?, estamos en medio de la sabana…somos putos elefantes, tío!
Elefante 1: Shhh…cállate que nos va a oir, ponte esta máscara de limón y haz cara de amargao.
Los demás, sigilosos, fueron desvaneciéndose al fondo, esperando pasar desapercibidos.
Mientras tanto el rey León, ajeno al desasosiego que estaba causando, se posó al lado del limonero salvaje y pidió un kalimotxo preparau.
Elefante 1: Eh mira, que no es el Rey borbón, es el rey León, de los Leones del Athletic.
Elefante 2: Anda es verdad, menuda cara trae.
Elefante 1: Parece desesperado …
A lo que respondió el León:
– Desesperado, pero no desesperanzado. Como dice la leyenda, ganen o pierdan, los Leones siempre serán los reyes de la selva.
Elefante 1: Joder tío, menudo susto nos has dado.
Elefante 2: ¿Me puedo quitar la máscara ya?